abre tu ombligo de ensueño
lanza
tu boca muerde los pechos de un ángel
guarda la sed en un baúl
estás en la piedra de la noche
lejos en la cereza del vientre
regresó desnudo
no tiene la sangre envuelta de ruiseñores
no tiene cuevas
frente a la ventana es tiempo de tu ruido
ave del espejo
podrás ver salir el día
o el verano al quitarte los ojos
serás confundida con el polen de los cuerpos
disuelta
porque regresó
y no tiene la carne de las luciérnagas
no tiene misterios
naturalmente te irás con la lluvia al amanecer.
viernes, 1 de junio de 2007
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